La obsesión del ejecutivo López por las banderas
Estos días hemos conocido que el Gobierno Vasco socialista se ha gastado casi 60.000 euros en banderas. Las hay de todos los tipos y colores, pero sobre todo europeas y españolas. Todo en pro de la normalidad política de Euskadi.
Ayer dejamos al lehendakari López haciendo la maleta en Ajuria-enea para acudir a los actos de la Constitución. Seguramente, y debido a su indecisión, la trolley estará vacía y se ajustará a la improvisación habitual en él cuando vea que el tiempo apremia y que tiene que salir de casa dirección a Madrid.
Mientras tanto, sus mariachis, siguen obsesionados con la normalización... ¡de la bandera española! Vaya quebraderos de cabeza les trae la citada enseña. Sí, la misma que no apareció ni por asomo en ninguno de sus actos electorales; porque el director de campaña la prohibió. Por cierto, a él no le dijeron ni le acusaron de nada. Pero, a lo que íbamos, se trata de una obsesión. Ya lo decía aquella canción: "No, no es amor, lo que tu sientes, se llama obsesión; una ilusión en tu pensamiento; que te hace hacer cosas; así funciona el corazón".
Vamos por partes porque la letra es profunda y ajustadísima a la realidad. La primera frase le viene al pelo. Desde que Patxi López y sus mariachis - buen nombre para un grupo amenizador de guateques, bodas y bautizos - llegaron a Lakua, les ha importado más que la bandera española ondee en todas partes que las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Si miramos al resto de la letra, vemos que la ilusión del pensamiénto único - español, claro está - les ha hecho hacer cosas tal y como les manda el corazón. Esto es, el corazón les ha dicho que en tiempos de crisis, ¡hay que gastarse casi 60.000 euros en banderas para decorar edificios!. Sí, casi 10 millones de las antiguas.
Ares, máximo responsable de la operación según indican diversas fuentes, explicó con minuciosidad y todo lujo de detalles dónde y cómo se van a poner las citadas banderas. A los funcionarios y funcionarias les van a colocar, así sin preguntar, en sus mesas banderas españolas y europeas tamaño escritorio con su peana y todo. Un gasto de lo más necesario. Por no decir que los mástiles provienen de Estepona, cuando en Euskadi también hay empresas que se dedican a ello. ¡Para qué vamos a invertir dinero en empresas de Euskadi pudiendo invertir en las de fuera!
Sin duda, todo esto recuerda a la ley de símbolos que se inventó el Gobierno de Navarra de Sanz con el que se desprestigiaba la Ikurriña, sólo que en vez de estar ejecutada la ley por un grupo de cantantes de jotas navarras haciendo exaltación del patriotismo navarro-español, está protagonizado por López y sus mariachis: un grupo de estilos diversos, según interese, que levanta ampollas allá donde va. ¡PRÓXIMAMENTE A LA VENTA EN SU TIENDA DE DISCOS!
Ayer dejamos al lehendakari López haciendo la maleta en Ajuria-enea para acudir a los actos de la Constitución. Seguramente, y debido a su indecisión, la trolley estará vacía y se ajustará a la improvisación habitual en él cuando vea que el tiempo apremia y que tiene que salir de casa dirección a Madrid.
Mientras tanto, sus mariachis, siguen obsesionados con la normalización... ¡de la bandera española! Vaya quebraderos de cabeza les trae la citada enseña. Sí, la misma que no apareció ni por asomo en ninguno de sus actos electorales; porque el director de campaña la prohibió. Por cierto, a él no le dijeron ni le acusaron de nada. Pero, a lo que íbamos, se trata de una obsesión. Ya lo decía aquella canción: "No, no es amor, lo que tu sientes, se llama obsesión; una ilusión en tu pensamiento; que te hace hacer cosas; así funciona el corazón".
Vamos por partes porque la letra es profunda y ajustadísima a la realidad. La primera frase le viene al pelo. Desde que Patxi López y sus mariachis - buen nombre para un grupo amenizador de guateques, bodas y bautizos - llegaron a Lakua, les ha importado más que la bandera española ondee en todas partes que las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Si miramos al resto de la letra, vemos que la ilusión del pensamiénto único - español, claro está - les ha hecho hacer cosas tal y como les manda el corazón. Esto es, el corazón les ha dicho que en tiempos de crisis, ¡hay que gastarse casi 60.000 euros en banderas para decorar edificios!. Sí, casi 10 millones de las antiguas.
Ares, máximo responsable de la operación según indican diversas fuentes, explicó con minuciosidad y todo lujo de detalles dónde y cómo se van a poner las citadas banderas. A los funcionarios y funcionarias les van a colocar, así sin preguntar, en sus mesas banderas españolas y europeas tamaño escritorio con su peana y todo. Un gasto de lo más necesario. Por no decir que los mástiles provienen de Estepona, cuando en Euskadi también hay empresas que se dedican a ello. ¡Para qué vamos a invertir dinero en empresas de Euskadi pudiendo invertir en las de fuera!
Sin duda, todo esto recuerda a la ley de símbolos que se inventó el Gobierno de Navarra de Sanz con el que se desprestigiaba la Ikurriña, sólo que en vez de estar ejecutada la ley por un grupo de cantantes de jotas navarras haciendo exaltación del patriotismo navarro-español, está protagonizado por López y sus mariachis: un grupo de estilos diversos, según interese, que levanta ampollas allá donde va. ¡PRÓXIMAMENTE A LA VENTA EN SU TIENDA DE DISCOS!
2 comentarios:
Jejeje... lan ona, segi horrela!!
muy bien!!! cuanta razón!!
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