Las txikarras de Patxi López

El Lehendakari de "todos" los vascos se sincera. Ha admitido que no va a las clases de Euskera que entre "todos" estamos pagando. Despilfarrando dinero público con los tiempos que corren. ¿Se lo pueden creer? Y lo peor de todo, que además se ríe por ello, tomándonos a los demás por tontos. Vuelve a no ser inteligente haciendo este tipo de declaraciones y confesiones en suplementos que, vaya si se leen.

Pero bueno, unos ya nos lo tomamos con total resignación. ¿Qué más podemos esperar de un hombre que no ha cumplido absolutamente nada, salvo poner la bandera española en todas partes? De verdad que ya no sabemos qué hacer ante este tipo de actitudes mantenidas por quien gobierna Euskadi atendiendo a los designios y voluntades de Madrid. Si no quiere las clases de Euskara avise antes para que se pudiera invertir ese dinero en algo que beneficie a los más necesitados o a toda la sociedad.

Hay que tener arrestos para despilfarrar así por así alrededor de 72.000 euros, que por si no se acuerdan es lo que nos iba a costar la euskaldunización de un personaje que sólo se ha acordado de la lengua de esta tierra cuando le ha interesado. Claro, ahora le toca hacer frente a todas las críticas que le están haciendo en su blog y en diferentes lugares, tanto en la red como fuera de ella. ¿Qué respuesta o excusa pondrá? Que piense bien lo que va a decir, si es que dice algo, porque seguramente la ciudadanía vasca tendrá interés en saber por qué no va a clase.

Las txikarras de Patxi López son ya más que sonadas. Está claro que un Lehendakari tiene la agenda muy apretada, muchos compromisos que atender y mucho trabajo dirigiendo un país. Pero cuando uno coge un compromiso y así lo hace saber de forma pública, hay que cumplir en los plazos en los que se indica y no cuando uno quiera porque le pueda interesar más o menos. Es como si uno contrata a un albañil para que le ponga unos azulejos en la cocina, le diga que el trabajo estará terminado en una semana, y luego tarde cuatro meses. Es tiempo y dinero. En este caso es igual, sólo que el dinero sale de los bolsillos de los ciudadanos y ciudadanas.

Además, y lo más grave, es que en la entrevista en la que reconoce haber hecho unas cuantas txikarras, se ríe. Que vaya poco a poco, y que el proceso de euskaldunización le cueste más o menos porque haya estado estudiando día tras día es entendible y aplaudible. Lo que no es aceptable de ninguna de las maneras es que no vaya, que falte a las clases, porque eso lo que cuesta es dinero. Y en los tiempos que corren no es que estemos sobrados de tal bien. Por eso, sólo nos queda decirle que se ponga las pilas y deje las txikarras para posar junto a otros líderes de otras comunidades a un lado.

PD: ¿Alguien sabe algo de Arriola? ¿Está en su despacho de Lakua o se ha perdido por el monte cogiendo setas? Estamos preocupados ante ese hecho. Hace mucho que no se oye nada de él. Ya no inaugura tramos del TAV, ni pone primeras piedras, ni dice nada en absoluto en la prensa. Es como si se lo hubiera tragado la tierra.